LA “ANOKLÉSIS” O EL “SUPREMO LLAMAMIENTO”
“Prosigo a la meta, al premio
del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Filipenses 3:14
El Supremo llamamiento es aquel que el
padre hace al hombre para que habite con él en las alturas, por ello que este
suceso es el mejor de los llamados, que
podemos recibir de Dios, ya que es la invitación a morar por la eternidad en la
casa celestial, donde seremos la esposa del cordero. Para comprender lo que es
la Anoklésis o Supremo Llamamiento, es importante conocer que hay una serie de
pasos o etapas previas, las cuales son llamados intermedios para poder estar en
el supremo llamamiento.
La palabra Supremo Llamamiento en griego es Anoklésis, compuesta de dos palabras:
“Áno” (G507) que es significa hacia arriba; y la palabra “Klésis” (G2821), que
significa llamamiento, vocación o invitación. Entonces el Supremo Llamamiento,
es el Llamado hacia arriba, es un llamado vertical, a continuación llamados
previos al supremo llamado:
Los Llamamientos:
- Del Cielo a la Tierra
- De Egipto a Israel
- De Israel al Jordán
- De la Tierra al Cielo o Supremo Llamamiento.
- Del Cielo a la Tierra (Génesis 2:7)
Antes de venir a la tierra nos encontrábamos en Dios,
la palabra nos dice que Dios tiene espíritus, y que él nos complementó con
cuerpo material y alma.
A lo que vivimos antes de la existencia corpórea se
llama “pre-existencia” y hay muchas citas bíblicas que nos hablan de ella, por
ejemplo la pre-existencia de Job, cuando Jehová le pregunta dónde se encontraba
cuando él creaba la tierra, y los ángeles junto a los hijos de Dios le
alababan, obviamente job se quedó callado,
y Jehová le respondió que ya existía y que desde entonces largo es el
número de sus días (Job 38:4,7 y 21).
Además en la pre-existencia recibimos una bendición
sobre natural en Cristo Jesús antes de venir a la tierra (Efesios 1:3) y otro
verso importante dice esto: 2Timoteo 1.9:
“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo,
no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos
fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”. Y éste versículo dice nos dio una gracia
en Cristo, antes de los tiempos, y la palabra tiempos que aquí se utiliza es
“Cronos” (G5550), que es el tiempo que se puede contar, de donde derivan los
relojes o la cuenta de los días, luego dice de los siglos, la palabra siglo es
“aiónios” (166), que significa “perpetuo”.
Entonces Dios nos llamó, nos bendijo y nos
dio de su gracia antes que existiera el tiempo, y eso es en la eternidad o el
“aión”. Cuando estábamos en la eternidad Dios nos enseñó su santo evangelio y
al venir a la tierra viene en nuestro espíritu como un código secreto, prueba
de ello es que Jesús manifestó que todo aquel que viene a él debió haber escuchado
y aprendido del padre (Juan 6:45).
Conclusión:
Dios nos llamó, para que viniéramos a la
tierra y pudiéramos dejarnos trabajar por Dios y cumplir en nosotros su santo y
eterno propósito (Romanos 8:28-29), la palabra “llamar” que se utiliza en este
verso es “Kaléos” (G2564) que significa invitar, entonces Dios nos llamó y nos
invitó a servirle en este propósito, luego nos envió a la tierra, y sólo sus
ovejas oyen su palabra (Juan 10:27), o
sea los que aprendimos del padre en la pre-existencia (Juan 6:45).
- De Egipto a Israel (Éxodo 12:41; Josué 1:1-2)
Luego que nacemos en esta tierra, como humanos,
nacemos con la herencia pecaminosa, ya que todos tenemos la herencia adámica.
Cuando nacemos lo hacemos en la tierra de Egipto, así como nacían los hijos de
Israel en Egipto, presos en esa tierra, siendo esclavos, y no pudiendo hacer
nada para salir de este tormento diario, así nosotros nacemos con las cadenas
del pecado en nosotros, por lo cual Dios nos hace el segundo llamado, ya que
nos envió a Jesucristo su único hijo y por el poder de su amor y del sacrificio
en la cruz, nosotros podemos salir de Egipto y poder emigrar a la tierra
prometida de Israel y gozar de la leche y miel de Espíritu Santo que fluirá en
nuestros corazones.
- De Israel al Jordán (Mt 3:13)
Después de entrar a la tierra prometida, ósea después de haber sido
salvos por la gracia de Jesucristo, es necesario que descendamos a la parte más
baja para poder ser elevados. Es por ello que
Cristo luego de estar en Israel, descendió al Jordán, se estima que el
Jordán es la parte más bajas de la tierra, y Cristo mostró que debíamos ser
bautizados en aguas. Cuando Cristo fue bautizado en agua, simulo la muerte y
resurrección a la que él se sometería (Romanos 6:4), por lo cual tenemos que el
otro llamado de Dios es a morir juntamente con Cristo, descendiendo juntamente
con él en su muerte a las partes más bajas de la tierra (Efesios 4:9-10) y
resucitando con él para ser levantados de entre los muertos. Todos tenemos que
sufrir juntamente con Cristo, y todos estábamos condenado a la muerte eterna,
pero él nos rescató, dando nos la vida eterna.
El Bautismo en agua es figura de la muerte al
pecado y resurrección a la vida eterna.
¿Qué
es la Resurrección?
La resurrección es volver a la vida física corpórea, y
no volver a ver muerte (Lucas 20:36), la palabra griega para resurrección es
Anástasis (G386) aparece como la resurrección de entre los muertos (Romanos
1:4), la cual comenzó con resurrección de Cristo y sigue el orden de 1
Corintios 15:20-23.
¿Fue
lázaro resucitado?
En el caso de lázaro NO hubo RESURRECCIÓN,
más bien hubo un levantamiento o un ejéiro (G1453), esta palabra en el original griego significa
levantamiento, lázaro fue levantado de muerte a vida, fue despertado de un
sueño (Juan 11:11), fue despertado de un koimáo (G2837), ya que luego volvió a ver muerte (Juan 12:10). No se puede
decir que lázaro resucito, pero si fue vuelto a la vida.
Los
muertos que fueron levantados en la muerte de Cristo:
Cuando Cristo murió muchos muertos que tuvieron una
vida santa fueron vueltos a la vida mediante un ejéiro o levantamiento, pero no
mediante resurrección o Anástasis (Mateo 27:52), pero hubieron otros muertos
que no quisieron resucitar para obtener una mejor resurrección, o sea una
Anastasis (Hebreos 11:35).
¿Es
lo mismo levantamiento con resurrección?
La palabra “ejéiro” que ya explicamos es
levantamiento, y “anastasis” es resurrección.
Puede haber un “ejéiro” de la muerte a vida, pero tendría que volver a morir
esa persona, ya que la anástais es una resurrección para no volver a ver
muerte, y la anastasis única por el momento es la de Cristo, y luego el orden
ya explicado, esa es la diferencia entre levantamiento y resurrección.
Ejéiro también se utiliza para el levantamiento final(arrebato)
que será luego de la resurrección de los muertos en Cristo, o sea un ejéiro o levantamiento
al cielo, de aquellos que estén vivos cuando Cristo venga, o de los que él va a
resucitar (anastasis)
Quiere decir que lázaro ya vio un ejéiro, luego cuando
la trompeta suene será resucitado (anastasis) y será nuevamente levantado
(ejéiro), pero ésta vez levantado al cielo.
El primero en ver resurrección fue cristo como
primicias (1 Corintos 15:20), ya que no volverá a ver muerte jamás. El orden es
primero Cristo y luego los que son de Cristo en su venida (1Corintios 15:23).
Entonces lázaro fue ejéiro (levantado) y no anástais (resucitado), lo podemos
ver al leer Juan 11:11-13.
- De la Tierra al Cielo o Supremo Llamamiento.
Luego de ser llamados de Israel al Jordán, Dios nos
hará el más grande los llamamientos, el cual es un llamado para que seamos ascendidos de la tierra
al cielo, esto es cuando Cristo nos rapte para hacer un viaje interestelar y
llegar a la presencia misma de Dios para celebras las bodas del Cordero (1
Timoteo 4:17), por lo cual este llamado lleva implícito un premio el cual es la
Estatura Prefecta de Cristo (Filipenses 3:12 y 4:13), ósea ser semejantes a él
en su máxima expresión, es tal amor del Padre que nos ha dado la potestad de
Ser llamados hijos suyos. Para poder ser parte del supremo llamamiento debe
ocurrir antes lo siguiente:
Orden
del Supremo llamamiento:
A.
Anastasis (Resurrección)
B.
Anoklésis (Llamado hacia el cielo, o supremo
llamamiento)
C.
Ejéiro (Levantamiento al cielo.)
Los muertos en Cristo resucitarán primero, ellos
experimentarán la resurrección (anastasis),
luego en un instante serán llamados (anoklésis), para luego ser levantados
(ejéiro) al cielo.
Habrán algunos que no morirán, ellos serán los vivos y
a la vez vivificantes que hayan quedado cuando Cristo venga, ellos no serán anastasis
o resucitados, pero si transformados para ser levantados (ejéiro), según 1
Corintios 15:55.
Es por ello que el Supremo Llamamiento del Señor es
que estemos junto a él en su morada para habitar por la eternidad, habiendose cumplido su proposito en nosotros, de que Cristo sea formado en nosotros. Por toda
esta maravilla es que tenemos que ser fuertes y valientes porque somos
invitados por Dios para atender al Supremo
Llamamiento o la Anoklésis.
Ever Herrera
Area de Rhemas
2012.